miércoles, noviembre 6, 2024
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Acusan a Elon Musk de la muerte agónica de monos por sus chips cerebrales mientras busca voluntarios humanos

Neuralink tenía como objetivo que personas con tetraplejia por lesiones en la médula o ELA pudieran controlar dispositivos con la mente

Neuralink, la polémica empresa de implantes cerebrales fundada por Elon Musk, acaba recibir la luz verde para empezar a instalar sus chips en seres humanos, al tiempo que el Comité de Médicos para una Medicina Responsable, una organización sin ánimo de lucro con sede en Washington, ha denunciado al magnate ante la Comisión de Bolsa y Valores de EE UU (SEC) por la muerte agónica de doce primates por culpa de estos implantes.

Neuralink tenía como objetivo que personas con tetraplejia por lesiones en la médula espinal, o enfermos de ELA, pudieran controlar dispositivos con la mente. Sin embargo, en diciembre del año pasado, Reuters denunció que la empresa estaba bajo investigación federal acusada de presuntas violaciones del bienestar de los animales. En concreto, de unas 1.500 ovejas, cerdos y monos, después de que una veintena de trabajadores y ex trabajadores acusaran a Neuralink de acelerar las investigaciones, produciendo «sufrimiento y muertes innecesarias».

Todo esto habría sucedido mientras Neuralink publicaba en abril de 2021 un vídeo de Pager, un macaco que llevaba seis meses con el implante, y que jugaba a dos videojuegos usando la mente, uno de meter una pelota de ping pong en un vaso, y otro de tenis.

Elon Musk no contestó a estas acusaciones hasta el pasado 10 de diciembre. «Ningún mono ha muerto como resultado de un implante Neuralink». Y también dijo que estaban experimentando con monos que ya estaban «al borde de la muerte». Sin embargo, de acuerdo con documentos públicos obtenidos por el Comité de Médicos, doce macacos perfectamente sanos fueron sacrificados después de sufrir diversas complicaciones por culpa del implante, entre ellas «diarrea con sangre, parálisis parcial y edema cerebral». Los macacos utilizados, tipo Rhesus, suelen vivir unos 25 años en cautiverio, algunos hasta los 40, pero sacrificados por Neuralink apenas superaban los siete años de media.

«Dado que la invasividad del dispositivo de Neuralink plantea graves riesgos para la salud de los pacientes, Musk está engañando a los inversores sobre la seguridad y comerciabilidad del dispositivo», denuncia el Comité de Médicos. La empresa ya ha recaudado más de 280 millones de dólares de inversores externos.

Registros públicos de la Universidad de California en Davis, donde Neuralink realizó experimentos con monos entre 2017 y 2020, revelan que la implantación del dispositivo de la compañía debilitó la salud de los monos hasta tener que se sometidos a eutanasia. «Los animales experimentaron infecciones crónicas, parálisis, encefalitis, pérdida de coordinación y equilibrio y depresión», denuncian.

La denuncia de los sanitarios ante la SEC detalla las historias de cuatro monos, incluido el «Animal 11», una hembra Rhesus. En diciembre de 2018, los empleados de Neuralink perforaron dos agujeros de un tamaño inferior a una moneda de un céntimo en el cráneo del ‘Animal 11’, implantaron electrodos en su cerebro, y le colocaron dos placas de titanio en su cráneo mediante con tornillo. Casi de inmediato, el personal de UC Davis notó que los implantes estaban infectados y que la «piel estaba erosionada». Acabó sufriendo una infección por estafilococos que duró tres meses, hasta que fue sacrificada. Los Animales 15, 20 y 22, también fueron sacrificados por infecciones tras desprendimientos, a veces por tratar de quitarse el implante.

«A todos menos a Elon Musk les parece obvio que el dispositivo de Neuralink no es seguro y es peligroso», dice Ryan Merkley, director de Defensa de la Investigación del Comité de Médicos. «Ahora está engañando deliberadamente a los inversores y al público al mentir abiertamente sobre los experimentos». Por eso piden que detenga los experimentos con animales que continúa realizando en instalaciones de California y Texas.

Sin embargo este martes la empresa publicaba en sus redes: «Nos complace anunciar que hemos recibido la aprobación de la junta de revisión institucional independiente y de nuestro primer hospital para comenzar el reclutamiento para nuestro primer ensayo clínico en humanos»

El Departamento de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. aprobó en mayo de 2023 que la empresa podía comenzar ensayos clínicos en humanos, y ahora Musk busca pacientes de al menos 22 años con cuidadores, y que padezcan ELA o tetraplejia por lesiones en la médula espinal. «Imaginen si Stephen Hawking hubiera tenido esto», presumía Musk en las redes sociales.

En su denuncia, el Comité cree que la empresa ha violado nueve de las leyes de bienestar animal, incluyendo la obligación de los investigadores de minimizar el dolor y la angustia, la necesidad de realizar observaciones diarias de los mismos y la ausencia de un veterinario asistente que asesore sobre el uso de anestesia.