Ucrania golpea defensas rusas y acusa a Kim Jong-un de suministrar armamento a Rusia
Ucrania acusó a Corea del Norte de haber comenzado hace «mes y medio» el suministro de armamento al Ejército ruso.
El Ejército de Ucrania golpeó hoy por segunda jornada consecutiva la península de Crimea, donde debilitó las defensas antiaéreas rusas en una nueva operación especial destinada a aislar la anexionada región de la Rusia continental
Al mismo tiempo, Kiev acusó a Corea del Norte, cuyo líder, Kim Jong-ung, se reunió la víspera con el presidente ruso, Vladímir Putin, de haber suministrado ya armamento a Rusia.
Si el miércoles los misiles de crucero ucranianos dejaron fuera de combate un submarino y un buque de desembarco en un astillero del puerto de Sebastopol, el jueves los ucranianos atacaron la defensa antiaérea enemiga cerca de la ciudad de Eupatoria, en el oeste de Crimea.
Según una fuente de la contrainteligencia militar del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), durante la operación fue destruido un sistema de defensa antiáerea S-400 (Triumph), valorado en 1,200 millones de dólares.
Para ello, drones ucranianos destruyeron primero los “ojos” del sistema, es decir, las radares y las antenas que les avisan de la aproximación de un posible objetivo enemigo.
En su ataque Kiev utilizó tanto drones como los temidos misiles Neptun, que Kiev ya utilizó en el pasado para golpear la flota rusa del mar Negro.
Mientras, el Ministerio de Defensa rusa informó de que sus baterías antiaéreas destruyeron once drones aéreos en Crimea y otros cinco náuticos que habían intentado atacar de nuevo buques de la Armada rusa.
En esta ocasión, el objetivo era el buque de patrulla costera “Serguéi Kótov”.
“Los objetivos son legítimos, son objetivos militares”, explicó Hanna Maliar, viceministra de Defensa ucraniana.
Las autoridades ucranianas habían prometido “nuevas sorpresas” a los rusos en Crimea, que cumplirá en marzo próximo diez años de anexión rusa.
Ucrania acusa a Kim Jong-un de suministrar armamento a Rusia
A su vez, Ucrania acusó a Corea del Norte de haber iniciado ya hace “mes y medio” los suministros de armamento al Ejército ruso, que habría gastado más de 10 millones de proyectiles en la guerra solo en 2022.
Según el jefe de la inteligencia militar ucraniana (GUR), Kirilo Budánov, se trataría de proyectiles de calibre 122 milímetros y 152 mm para piezas de artillería, algo que ya había adelantado la pasada semana la prensa occidental.
Pionyang, adonde viajó en julio el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, también habría entregado en las últimas semanas a Moscú misiles para lanzaderas Grad, sistema de fabricación soviética.
Al respecto, el Kremlin ni calla ni otorga. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, comentó hoy en su rueda de prensa diaria que ese es un asunto “muy sensible”.
“Corea del Norte es nuestro vecino y tenemos intención de desarrollar las relaciones en todos los ámbitos posibles, que es lo que haremos”, añadió.
Putin aseguró tras la reunión con Kim que Rusia, aunque respeta las reglas, en alusión a las sanciones internacionales, ve “perspectivas” en la cooperación militar con el régimen comunista.
Seguidamente, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, aseguró que dichas sanciones a Corea del Norte se adoptaron cuando la situación geopolítica era “totalmente diferente” y acusó, a su vez, a Occidente de suministrar ilegalmente armamento a Kiev.
En el plano diplomático, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, prepara una campaña diplomática para recuperar la iniciativa tras la reciente negativa del G20 a condenar a Rusia por su intervención militar, un inesperado revés para Kiev.
Para ello, Zelenski viajará la próxima semana a Nueva York con el fin de intervenir ante la Asamblea General de la ONU y reunirse con el mayor número de dirigentes posible, incluido el secretario general, António Guterres.
La prensa, que ya ha catalogado el viaje como una “operación diplomática especial”, destaca que Zelenski tiene intención de hacer hincapié en el sur global, ya que es donde hay más indecisos y clientes de los hidrocarburos, el grano y el armamento ruso.
Putin, que no ha viajado al exterior en todo este año, no acudirá a la asamblea, donde le sustituirá su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.