jueves, diciembre 12, 2024
Nacional

Resisten en plantón para exigir derechos

Para el señor Luis Calderón, de 65 años y con una discapacidad, el pago de las placas de las rutas 1 y 2 que por derecho le corresponde, le cambiaría la vida. Como él, hay otros 138 concesionarios del Conejobús.

Hablar del transporte, por lo menos en Tuxtla Gutiérrez, es tomar como referente uno de los temas que se mantiene vigente, como lo es el sistema de transporte Conejobús.

Esta modalidad de transporte fue creada por el ex gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, quien estaría implementando la modernidad para las rutas 1 y 2, las cuales son las principales en la capital chiapaneca; se estaría poniendo en funciones autobuses de última generación, que incluso podrían tener el denominador “biodiésel” hasta en un 100 por ciento, abonando con ello a la funcionalidad, pero también al cuidado del ambiente.

Lamentablemente ninguno de estos propósitos se alcanzó y un claro ejemplo es que después de varios años este sistema de transporte ha desaparecido de manera funcional, mas no jurídica, lo que ha ocasionado que más de 100 socios aún se mantengan en una situación de falta de pago por parte de la Secretaría de Movilidad y Transporte, que a la fecha les adeuda 30 meses, lo que equivale a un aproximado de 97 millones de pesos.

Sin embargo, no solo es hablar de lo que se debe del dinero o de las carencias que se han presentado en este sistema de transporte, en cuanto a la población que hace uso del transporte público, también es importante tomar en cuenta la situación que muchos transportistas en esta modalidad han carecido desde su implementación, pero sobre todo desde que se les dejó de pagar la mensualidad correspondiente a sus placas.

Tal es el caso del señor Luis Alfonso Calderón Barrera, de 65 años de edad, quien ha tenido que lidiar incluso con la muerte y se ha mantenido en esta lucha en cuanto a sus derechos.

Luis Alfonso, con más de 30 años en el sector transporte, dijo que lamentablemente esta situación lo ha puesto en “jaque”, ya que incluso perdió a su esposa hace poco más de un año debido a que no tuvo el recurso necesario para pagar una operación ante un cáncer que padecía su compañera de vida y que lamentablemente pereció el 30 de diciembre de 2020.

El que no les quieran pagar no significa que únicamente están atrás del dinero, significa que han tenido que buscar alternativas para subsistir por más de dos años y puedan seguir sosteniendo, en muchos casos, a sus familias.

Afirmó que él es cabeza de familia y que durante muchos años a través de las placas que pudo obtener hace más de 30 años en la ruta 2, ha podido sacar adelante a su familia, sin embargo, ahora se las ve bastante difícil, considerando que al no pagarles han tenido que pedir prestado dinero y con ello actualmente tienen diversas deudas.

Luis Alfonso dijo que se siente más chiapaneco que nunca, ya que es originario de Campeche, sin embargo, lleva más de 50 años viviendo en Tuxtla Gutiérrez y desde hace 30 años ingresó al sistema de transporte, por lo que se siente parte de la capital y de los chiapanecos, pero lamentó que estén pasando este tipo de circunstancias por gobiernos y funcionarios incompetentes.

Para él la situación ha sido doblemente difícil, ya que desde hace 10 años depende de una silla de ruedas, debido a un tumor que tuvo en la columna, ya que le hicieron un corte en la médula, lo que originó que perdiera la fuerza en sus piernas y ahora depende de este artefacto para realizar algunas actividades.

Lamentó que las autoridades no tengan la sensibilidad necesaria para atender el llamado que como socios y transportistas están realizando, ante una situación que por derecho les corresponde, es decir, el derecho a sus placas, a trabajar y a la mensualidad, que muchos han criticado, pero que se han ganado al dar sus concesiones en aquel momento a la autoridad estatal.

En este supuesto proyecto de modernización en el transporte aseguró que se les empezó a pagar 15 mil pesos mensuales, con el paso de los años esto incrementó a 22 mil pesos, sin embargo, desde hace 30 meses no les pagan, lo cual los perjudica.

Afortunadamente sus tres hijos estudiaron y hoy ejercen una profesión, lo cual le ha permitido que lo puedan apoyar en sus gastos diarios, ya que la concesión era su único ingreso y al no tener el pago mensual o sus placas para trabajar, simple y sencillamente no puede ejercer alguna otra actividad laboral.

El llamado es a la autoridad a que tenga la sensibilidad necesaria y a lo que corresponde a este sector corresponde a más de 100 socios, 139 placas en juego y hasta hoy, por lo menos 97 millones de pesos de deuda del gobierno a este grupo de concesionarios; lo que no se dice es que hay familias enteras, niños, esposas, nietos e hijos que dependen de este dinero y que al no percibir los pone en aprietos, incluso para comer día a día.

Confió en que exista sensibilidad, conciencia y honestidad por parte de la actual administración y se les paguen estos meses atrasados, pero sobre todo que se les permita regresar a sus rutas y con ello puedan ganarse el sustento diario para ellos y sus familias.

Aunado a esto también señaló que espera que haya cumplimiento de las autoridades y que esto permita seguir adelante con su vida, considerando que debe mucho y que ha ido saliendo adelante con el apoyo de sus hijos, situación que muchos de los compañeros que también están en la lucha no han podido tener, por lo que urgieron a que se atienda el tema.