Estoy afiliada al IMSS pero no me hicieron la prueba Covid, esta es la historia
Negligencia en el sistema de atención médica ciudadana en el IMSS de Tapachula
No se están haciendo pruebas Covid-19, únicamente a embarazadas, cuando escuché esto sentí la derrota, había estado desde las 7 de la mañana de una clínica a otra, de una espera a otra, preguntando con quienes, se supone, debían saber y casi 12 horas después escuchar que mis esfuerzos serían infructuosos me hicieron sentir frustrada.
En esto no era la única, una mujer increpó al trabajador del IMSS que tuvo la osadía de decirnos que habría pruebas para saber si éramos o no, portadores del virus que se ha adueñado del mundo en apenas dos años. ¿Entonces para qué nos tienen aquí esperando? Dijo, estamos enfermos, nos sentimos mal, nos dicen que vamos a ser atendidos y luego salen con esto, no se vale.
¿Se vale o no?
Desde que se dio a conocer acerca de la mutación Ómicron que, se dice, no es tan peligrosa pero sí mucho más contagiosa que la cepa original o cualquiera de las anteriores, está dejando vacíos los centros de trabajo en el país y en Chiapas no es la excepción.
Es cierto que menos personas fallecen por Ómicron, pero es cierto también que una sola persona puede mandar a descansar a toda una empresa, la redacción de esta casa editorial no fue la excepción.
A pesar de que mantenemos las medidas de bioseguridad, el contagio se coló a la redacción, quienes no estaban aún con síntomas fueron enviados a trabajar desde casa y quienes estuvimos en contacto con las dos personas que resultaron positivas fuimos enviados a hacernos la prueba para determinar si éramos agentes de contagio o no.
¿A dónde voy?
Al Seguro Social, fue la conclusión lógica, se sabe que hay que llegar temprano, así que a las 7 am fui a la nueva clínica, no había ido antes y fue sorprendente ver cómo la entrada está en un lugar bastante azaroso, si viajas en auto, hay que ir lento desde mucho antes con el riesgo de otros vehículos que circulan por esta carretera, sí, es una carretera, no una calle, por eso sorprende que no hayan considerado un espacio que permita el acceso sin entorpecer a otros.
¿A dónde va? Me preguntó el guardia de la entrada, vengo a hacerme una prueba Covid, respondí.
Aquí no es, reviró el “poli”, ¿Cómo? Ya hay una persona haciendo fila en el laboratorio, le dije, fue amable y me cedió el paso no sin advertirme que ahí no había nada de Covid y que todo se veía en “el hospital viejito”.